jueves, 3 de diciembre de 2015

Arte en Nicaragua

En las últimas dos décadas hay que ubicarlo, dentro de sus crisis históricas. En 1980 con el triunfo de la Revolución Sandinista (1979), se forma el Ministerio de Cultura y se crea un programa destinado al rescate y difusión del patrimonio cultural. A pesar de su situación política, floreció un desarrollo artístico multicultural y pluralista. La mujer adquiere especial importancia en este período; surgen las primeras instalaciones, el ensamblaje de objetos encontrados y la escultura con medios no convencionales.

En algunos países como en Nicaragua y Guatemala, el arte producido dentro de ese contexto histórico, ha reflejado la situación de violencia y ha incidido en la formación de grupos artísticos; que repudiaron una realidad que nada tenía que ver con la historia oficial. Tal es el caso del Grupo Praxis, en Nicaragua (1963-1973).

Las dictaduras, las intervenciones, los conflictos bélicos y los constantes desastres naturales, han repercutido en el plano cultural. La ausencia de instituciones culturales y de una política cultural coherente han aumentado su desconocimiento y aislamiento. Su presencia artística y cultural en el ámbito continental e internacional es relativamente reciente y es a partir de la segunda mitad de los años noventa, dentro del marco de la globalización, que se ha logrado una relativa inserción.


Sus valores culturales, hasta hace poco tiempo, estuvieron fundamentados en el mito identitario como “tierra de poetas”, especialmente a Nicaragua, basándose en la trascendencia que en el nivel internacional tuvo la obra de Rubén Darío (1867-1916), a partir del año 1888 con la publicación de “Azul”..



No hay comentarios.:

Publicar un comentario