El arte
barroco en sus más amplias manifestaciones artísticas es un fenómeno complejo
de índole social, político y religioso.
El barroco es
la continuación al manierismo italiano que prevalece durante la primera mitad
del siglo XVI. Si el manierismo comienza a usar los cánones clásicos con
artificiosidad, el barroco que le sucede abandona la serenidad clásica para
expresar un mundo en movimiento y agitación de los sentidos. Por tanto, la
tendencia del barroco es a la exageración y la ostentación.
Arquitectura
Barroca
La
arquitectura barroca es resumen y paradigma del espíritu de la
"civilización del barroco".
En ella se
adoptan las líneas curvas frente a las rectas por generar aquéllas mayor
dinamismo y expresividad.
Las fachadas
adquieren la máxima importancia pues en ella se suelen volcar los mayores
empeños decorativos mediante numerosas cornisas y columnas griegas, romanas y
salomónicas. Por el predominio de los elementos decorativos sobre los
constructivos, se puede afirmar que el estilo barroco más que un estilo de
arquitectura es una forma de decoración arquitectural.
Las plantas
de los templos también tienden a alejarse de las formas clásicas basadas en la
línea recta, el cuadrado y la cruz y en muchas ocasiones se adoptan plantas
circulares, elípticas o mixtilíneas. Esta libertad en las plantas
arquitectónicas permite una mejor adaptación al lugar en que se va a erigir el
edificio.
Una de las
preocupaciones del Barroco son los grandes recintos públicos urbanos. Es
frecuente que en las ciudades más importantes se lleven a cabo plazas mayores
de enorme superficie y suntuosidad.
Escultura
Barroca
Sus
características generales son:
Naturalismo,
es decir, representación de la naturaleza tal y como es, sin idealizarla.
Integración
en la arquitectura, que proporciona intensidad dramática.
Esquemas
compositivos libres del geometrismo y la proporción equilibrada propia de la
escultura del Renacimiento pleno. La escultura barroca busca el movimiento; se
proyecta dinámicamente hacia afuera con líneas de tensión complejas,
especialmente la helicoidal o serpentinata, y multiplicidad de planos y puntos
de vista. Esta inestabilidad se manifiesta en la inquietud de personajes y
escenas, en la amplitud y ampulosidad de los ropajes, en el contraste de
texturas y superficies, a veces en la inclusión de distintos materiales, todo
lo cual que produce fuertes efectos lumínicos y visuales.
Representación
del desnudo en su estado puro, como una acción congelada, conseguido mediante
una composición asimétrica, donde predominan las diagonales y serpentinatas,
las poses sesgadas y oblicuas, el escorzo y los contornos difusos e
intermitentes, que dirigen la obra hacia el espectador con gran expresividad.
A pesar de la
identificación del Barroco con un "arte de la Contrarreforma",
adecuado al sentimiento de la devoción popular, la escultura barroca, incluso
en los países católicos, tuvo una gran pluralidad de temas (religiosos,
funerarios, mitológicos, retratos, etc.)
La
manifestación principal es la estatuaria, utilizada para la ornamentación de
espacios interiores y exteriores de los edificios, así como de los espacios
abiertos, tanto privados (jardines) como públicos (plazas). Las fuentes fueron
un tipo escultórico que se acomodó muy bien con el estilo barroco.
Particularmente en España, tuvieron un extraordinario desarrollo la imaginería
y los retablos.
Pintura
Barroca
Se
desarrollan nuevos géneros como los bodegones, paisajes, retratos, Vanitas,
cuadros de género o costumbristas, así como se enriquece la iconografía de
temas religiosos. Existe una tendencia y una búsqueda del realismo que se
conjuga con lo teatral y lo efectista.
El color, la
luz y el movimiento, son los elementos que definen la forma pictórica. El color
predomina sobre la línea. Incluso, los efectos de profundidad, perspectiva y
volumen se consiguen más con los contrastes de luz y de tonalidades del color
que con las líneas nítidas y definidas del dibujo. La luz se convierte en un
elemento fundamental en la pintura barroca. La luz dibuja o difumina los
contornos, define también el ambiente, la atmósfera del cuadro, y matiza los
colores. La utilización de la técnica del claroscuro llega a la perfección
gracias a muchos pintores del Barroco.
Se pretende
transmitir sensación de movimiento. Las composiciones se complican, se adoptan
perspectivas insólitas y los volúmenes se distribuyen de manera asimétrica. Mientras
que la dinámica del espacio, la visión de las escenas en profundidad, la
estructuración de las composiciones mediante diagonales y la distribución de
manchas de luz y de color, configuran el espacio como algo dinámico, donde
contornos se diluyen y las figuras pierden relevancia frente a la unidad de la
escena.
Se produce en
esta época un dominio absoluto de la técnica pictórica, tanto en la pintura al
óleo sobre lienzo como en la pintura al fresco. Ello permite alcanzar un gran
realismo en la representación pictórica. Se logra la imitación de la realidad
teorizada por los renacentistas pero sin la idealización y concepción propias
del siglo anterior.
El dominio de
la técnica, que logra representar con gran fidelidad la realidad, hace que se
intente en ocasiones engañar al espectador por medio de trampantojos. El pintor
barroco gusta de perspectivas ilusionistas, especialmente en las Bóveda, que se
intentan «romper» visualmente, mediante la representación del cielo y la
sugerencia del infinito, recurso pictórico que ya había utilizado Mantegna en
la Habitación de los esposos del siglo XV, o Correggio en sus frescos de Parma.
Estas decoraciones ilusionistas proliferaron en toda la segunda mitad del siglo
y se prolongaron más allá, en el Rococó, en grandes palacios de toda Europa,
reforzando el engaño no ya sólo con elementos pictóricos sino reforzándolo
mediante el uso de estucos y dorados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario